Es divertido diseñar baño de discapacitados porque se tiene que pensar bien en las entradas y como hacer que todo funciones, poder girar y permitir a un discapacitado ir al baño con toda la tranquilidad que lo tendría una persona sin discapacidad. Me parece divertido ya que por tanto tiempo peleamos para que mi abuelita, la que después de un derrame cerebral quedo con medio cuerpo paralizado, pudiese ir al baño. Son incontables los restaurantes en los que he salido molesta y renegando en silencio por todo los que tuvimos que hacer para que mi abuelita pueda ir al baño y siempre con la ayuda de más de una persona en un espacio de 3 x 2m, aparte de buscar cada fin de semana un restaurante (en su mayoría chifas) que tengan una entrada aceptable para poder acceder al establecimiento sin tener que pedir ayuda a todos los camareros. Muchas veces diseño con cólera por el típico “si ellos no, porque yo si” y terminar en él “porque yo no pienso diseñar chifas” y otras muchas pensando en que gracias a mi mucha gente no tendrá que sufrir lo que hemos pasado mi familia y yo.
No creo que el baño de discapacitados tenga que ser el más importante, solo que tiene que dar las facilidades para que ni la familia ni la persona con discapacidad tengan que sentirse incómodos, excluidos u olvidados.
Agregando a este tema de baños, hoy salió en Perú 21 una noticia que realmente me decepciono. Se sabe que durante mucho tiempo los negros fueron rechazados en estados unidos, los trataban como gente de 2da categoría y ,entre muchas cosas, tenían baños separados, por eso el pentágono tiene el doble de baños que se necesitaba, ya que había baños de hombres blancos, hombres negros, mujeres blancas y mujeres negras. Esto termino gracias a la iniciativa de Martin Luther King y su famoso sueño.
Es divertido pensar que tantos años después algo así vuelva a suceder y no en EEUU, sino acá, en el Country Club Villa donde una foto de un visitante revelo la existencia de “baño de amas”. Claro, una persona de esa categoría no puede estar junta a una persona que puede pagar la mensualidad de este costoso club, que horror. Realmente no me sorprende mucho, ya que en Asia se vivió algo muy parecido: las amas no podían bañarse, ni comer helados ni casi tomar agua por lo cual algunas llegaron a desmayarse por el intenso sol de verano hasta que hubo una gran marcha.
Lo que más que indigno es que ese club no es nuevo, cuánto tiempo ha pasado ese cartel ahí?? Porque nadie nunca dijo nada?? Es que la gente dice “si claro, no debemos dejar que esto pase” pero cuando pasa algo así delante suyo, pero que puede perjudicar su comodidad, no dicen nada.